Collin Morikawa se ha convertido en el primer norteamericano que se corona ganador del Race to Dubai, además de ganar el último torneo de la temporada, el DP World Tour Championship, con tres golpes de ventaja. Morikawa ha completado un año de ensueño a sus 24 años, consiguiendo su primer título del World Golf Championship, su segundo “major”, su primera Ryder Cup en la que debutaba y la corona anual europea.
Morikawa, cuyo último bogey había sido en el 13 de la segunda jornada, completó una vuelta final con paciencia y acierto final. Hasta el 9 solo pudo ganar un golpe al Earth Course, Jumeirah Golf Estates, en el 7, pero en la segunda mitad voló hacia su doble victoria con cinco birdies desde el hoyo 12. Terminó con una tarjeta de 66 y un total de 17 bajo par, completando la semana en la que fue reconocido como Miembro Honorario del European Tour.
Con el californiano presionando al líder previo, Rory McIlroy, el irlandés no encontró el camino de los aciertos que necesitaba y terminó al par del día a su paso por el 9. Todavía era líder y su birdie en el 10 aseguraba un poco el camino, pero junto a la racha positiva de Morikawa su unió la suya propia en sentido contrario, comenzando en el 15, donde su approach estrelló la bola contra la bandera y rodó de regreso al bunker de green, firmando el primer bogey de los tres que firmaría en los cuatro últimos hoyos. Acabó compartiendo el sexto puesto con el inglés Ian Poulter y el sudafricano Dean Burmester.
Matt Fitzpatrick (66), ganador de la prueba el año pasado, estuvo a un paso de defender con éxito su título con siete birdies hasta el 15, pero dos bogeys consecutivos en el 16 y 17 le condenaron al segundo puesto empatado con el sueco Alexander Björk, a tres golpes del campeón. Björk firmó su tarjeta más alta del torneo (70) con tres birdies y un bogey.
El danés Nicolai Højgaard (67) y el escocés Robert MacIntyre (71) compartieron la cuarta plaza a cuatro golpes de Morikawa.
Adriá Arnaus acabó con un meritorio noveno puesto a seis golpes del mejor resultado, después de un comienzo de torneo desalentador. En la final firmó 66 golpes, con siete birdies y un bogey, mientras Sergio García volvía a la senda de jugar bajo par con su segundo 68 en el torneo (cinco birdies y un bogey), que le hacía terminar decimosexto con -9. Rafael Cabrera-Bello entregó su única tarjeta sobre par, tras firmar tres bogeys, cuatro birdies y un doble bogey, para un total de 4 bajo par.

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