La APG de España (Asociación Española de Profesionales de Golf) es el sindicato de deportistas más antiguo en España, creado en 1972. En los últimos años intentan conseguir de nuevo una Asociación fuerte, pero no lo consiguen, ni podrán conseguirlo con la forma de actuar de sus presidentes más recientes.
David Pastor inició la actividad del “cuento de la lástima”, del échame una mano pero no te podemos pagar, o te pagaremos muy poco, porque no tenemos dinero, y le funcionó, porque encontró personas entregadas que se volcaron en la organización, cobrando muy poco y no por todos los servicios como jefe de prensa. Llegó la hora de las promesas: “no te preocupes, que antes de irme te contrataremos como fija, porque te estamos muy agradecidos”.
Y se fue, pero no había hecho nada. Ahora, otra vez a demandar remuneración por el trabajo al nuevo presidente, conocedor de todos los episodios anteriores porque formaba parte de la junta. Pero Ander Martínez, el nuevo presidente, reniega de esos compromisos porque no eran suyos y no paga servicios prestados porque no los había encargado él. Y de contrato de trabajo, ni hablar, claro. “Además, los componentes de la junta se quejan de la mala calidad de las fotos que publicas en redes sociales”. A ver si nos entendemos: la P.G.A. no paga los trabajos de la jefa de prensa, no le ponen medios para mejorar la labor y todavía se permiten quejarse de la calidad de unas imágenes conseguidas con voluntad, pero no con dinero.
Así, ¿realmente quiere progresar la PGA de España?

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