La final no se presentaba con muchos alicientes para los españoles. Solo restañar heridas y acabar con el mejor espíritu para afrontar la siguiente convocatoria. Y así ha sido para Jon Rahm, que volvió a comenzar la vuelta alejándose todavía más en la tabla, como en un más difícil todavía circense: bogey en el 3 y doble bogey en el 4, en ambos casos con tres putts. Afortunadamente ya no hubo concesiones al campo y el “León de Barrika” recuperó con tres birdies del 5 al 9 para igualar el día con el campo. En los segundos nueve volvió a aprovechar el único par 5, el 14, donde ha hecho birdie los tres últimos días, y el hoyo de cierre, el 18, donde igualmente ha restado un golpe al campo las tres últimas jornadas. Al final, puesto 34 con -7 en el torneo, cuando había comenzado el día con -5 en el puesto 24.

Sergio García estaba frustrado por los resultados, inferiores a su juego en su opinión y en la final ha vuelto a tener más de lo mismo. Una jornada muy movida, que empezó bien (dos birdies hasta el 5), se torció bastante (cuatro bogeys del 8 al14) y acabó loca con tres birdies y un doble bogey en los cuatro últimos hoyos. Naturalmente el hoyo negro fue el 17, donde solo ha hecho un par y ha sumado seis golpes sobre par en los cuatro días. Dos bajo par en el total y puesto 68, cuando había empezado con -3 en el puesto 48.

Adriá Arnaus ha firmado trece pares y ha hecho par en cada mitad del campo, en la primera con un birdie y un bogey y en la segunda con dos bogeys consecutivos (14 y 15) y un eagle en el 18 que igualaba el resultado del día y le dejaba como había salido: +1. Solo perdió un puesto respecto al comienzo de la jornada, pero se llevó el buen sabor de boca de ese hoyo final donde lo bordó: drive a green y putt de unos 14 metros que murió en el hoyo.

 


Jesús Ruiz Golf