La siempre trascendental tercera vuelta no resultó favorable para los españoles. José María Olazábal, a sus 55 años, está participando por trigésimosegunda vez en Augusta y, aunque le quedan ya lejos esas cinco posiciones entre los cinco primeros, estaba cumpliendo un torneo digno tras pasar el corte. Pero en el último tramo de hoy se torció todo…
Había comenzado el día con birdie en el 2, tras un magnífico approach y putt, y sumó otro en el 13, también par 5, con el mismo guión, estando un golpe bajo par en la jornada, ya superado el bogey del 10, en el que su complicado approach no pudo ser salvador. Y llegó el 15, último par 5 del campo, en el que los dos días anteriores había arañado un birdie, pero en esta ocasión su tercer tiro a green botó un poco corto de bandera y corrió por el desnivel buscando el fatídico lago: doble bogey. Esto le hizo un daño emocional tremendo y su concentración mermó.
En el 16 se quedó muy corto del hoyo con el primer putt y en el 17 cayó al bunker de izquierda y no estuvo acertado con su salida: dos bogeys más para acabar la jornada con 75 y 5 sobre par en el total.
Jon Rahm, a sus 26 años, suma tres puestos entre los diez primeros en sus cuatro apariciones en Augusta. Y este año sigue rondando esa posibilidad, pero cada vez con menos posibilidades de su meta real, la victoria.
Hoy ha terminado la vuelta con su tercer par consecutivo, que le coloca provisionalmente a siete golpes del líder Rose cuando se suspendió temporalmente el juego por amenaza de tormenta con aparato eléctrico.
En la primera vuelta alternó dos birdies (en el 3 con un buen approach y en el 8 cuando se le escapó el eagle con un putt que no cayó tanto como esperaba) y dos bogeys, en el 4, donde cayó al bunker y sacó muy larga la bola, y en el 7, en el que se voleó el green hasta el bunker trasero y luego sacó mal.
En la segunda parte se puso dos arriba con dos bogeys casi consecutivos: en el 11 perdiendo el green con el segundo golpe y en el 14 perdiendo también el green por la izquierda tras una espléndida salida. Pintaban bastos en esos momentos, pero Rahm demostró nuevamente su coraje, ese que no permite descartarle (casi) nunca. Rectificó con dos birdies de forma consecutiva para igualar el par del día y del torneo, a la espera de mejores momentos que, ojalá, lleguen mañana y al menos no pierda su racha entre los diez primeros. En el 15, con un approach delicado de tercer golpe, y en el 16, par 3, con un magnífico golpe a la altura de la bandera que convirtió.
Cuando el juego se suspendió, Rahm estaba igualado en el puesto 23, a siete golpes de Rose y seis de Zalatoris que son quienes comandan el torneo.
Justin Rose, nacido en Sudáfrica pero criado en Inglaterra, jugó sus primeros 13 Masters sin fallar un corte, quebrando la racha en 2019. Subcampeón en 2015 y 2017 (este año perdió en play-off con Sergio García), busca a sus 40 años su segundo “grande”, tras el Open USA de 2013. Hoy comenzó como un tiro con dos birdies en el 1 y 2 pero igualó la racha de forma negativa en el 3 y 4 volviendo al par del día que le mantiene con 7 bajo par y un golpe de ventaja sobre Zalatoris, su compañero de partido, que logró una tardía clasificación para el torneo por haber entrado entre los 50 primeros del ranking mundial.
Uno de los que estaban destacando hasta la suspensión del juego era el canadiense Corey Conners, que participa en su cuarto Masters habiendo asegurando su presencia con el décimo puesto logrado el año pasado.
En los primeros nueve logró un bogey, tres birdies y un hoyo en uno, en el 6, ganando cuatro golpes al campo para ascender al tercer puesto provisional.

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